Las mujeres en la actualidad somos madres a una edad tardía. A priori, verás que existen muchas mamás noveles maduras, por lo que es tan raro eso de ser madres a partir de cierta edad, ni siquiera cuando se trata del primer hijo. Hace unas décadas, era impensable que una mujer de 40 años fuera madre primeriza sin estar en boca de todos. Ahora cada vez es más habitual, aunque esto no quiere decir que no puedan darse dificultades para la concepción pues, de hecho, posponer la maternidad sigue siendo arriesgado.
Las exigencias de la sociedad actual nos llevan a las mujeres a querer cumplir muchos roles al mismo tiempo. Siempre ha sido así, pero ahora le sumamos el papel de la mujer profesional, emprendedora y que nunca está conforme con su estatus, aspirando a más. La mujer estudia, ejerce y emprende. Mientras todo esto sucede, su reloj biológico avanza y cuando la mujer por fin se detiene y decide dar paso a su papel de madre y centrarse en la familia, los mejores años, reproductivamente hablando, ya han pasado.
Posponer la maternidad, sin riesgos
A medida que vamos cumpliendo años, la reserva ovárica de la mujer va descendiendo y, con ella, sus posibilidades de quedarse embarazadas se van volviendo cada vez menores. Cientos de óvulos se gastan durante los distintos ciclos menstruales, pero no solo con cada ovulación, sino que también hay otros factores que pueden alterar el número de óvulos existentes, como son las alteraciones hormonales e incluso el estilo de vida.
Lo recomendable para una mujer que quiere ser madre, sobre todo si lleva un tiempo intentando el embarazo sin éxito, o si tiene más de 35 años, es que acuda a una Clínica de Reproducción Asistida. Allí le harán un estudio para conocer cuál es su reserva ovárica y su estado de salud reproductiva en general.
Partiendo del resultado de sus exámenes médicos, se podrá optar por el tratamiento más adecuado en su caso. Se puede proceder a tratamientos para estimular la ovulación. O a técnicas como Fecundación In Vitro o la Vitrificación de Óvulos. La alternativa es congelar óvulos es muy interesante, especialmente si la mujer tiene claro que quiere ser madre en un futuro más o menos cercano. Pues eso le asegura contar con óvulos propios en reserva para cuando llegue el momento.
Cada vez más las mujeres toman la decisión de conservar óvulos congelados. Lo hacen bien, porque piensan en la posibilidad de tener hijos pero no de inmediato. O porque van a ser sometidas a un tratamiento médico que podría poner en riesgo su fertilidad como, por ejemplo, la quimioterapia.
Gracias a estas técnicas, incluso en caso de reserva ovárica baja, una mujer puede ver hecho realidad su proyecto de tener una familia y ser madre. Nunca se sabe cuándo nos puede sorprender una enfermedad o si nos llegará una menopausia precoz. Por eso, congelar óvulos se está convirtiendo en una práctica muy habitual entre las mujeres que no quieren renunciar a su maternidad y deciden confiar en la ciencia.