Turquía es un país de contrastes, su oferta turística, su cultura, gastronomía e historia, lo posicionan como un destino popular y exótico cerca de Europa. Pero en los últimos tiempos se ha convertido también en el mejor destino para quienes buscan realizarse una intervención que elimine para siempre los problemas de la pérdida anormal del cabello (alopecia): el implante capilar.
Si bien es cierto que el implante capilar es un procedimiento que actualmente se encuentra en la mayoría de los países de Europa, y con bastante profesionalismo y competitividad, es el implante capilar Turquia el más demandado y popular entre todos. Por eso es normal preguntarse, como usuario que demanda de estas soluciones, si realmente vale la pena tomar la decisión de realizarse esa intervención quirúrgica menor en el país otomano..
Turismo de salud
Cientos de miles de personas visitan cada año Turquía con una sola razón: realizarse un injerto capilar. Esto no sólo sirve de ejemplo para notar la importancia de Turquía dentro de la innovadora industria de los tratamientos capilares, sino que le ha servido a otros sectores para crear una estructura de ‘turismo de salud’, o lo que es lo mismo, potenciar los beneficios del turismo para que la visita planificada a la clínica sea también una oportunidad para disfrutar de uno de los países más pintorescos de Europa.
En tal sentido, la mayoría de las clínicas más conocidas de implantes capilares -algunas permiten hacer un diagnóstico antes del viaje, con representantes en España o a través de internet- ofrecen paquetes que incluyen el tratamiento en sí, pero también noches de alojamiento en hoteles de lujo, paquetes turísticos a destinos dentro de Turquía y hasta acceso a atracciones o restaurantes, durante 3 o 4 días, dependiendo de lo que pueda durar el implante, y de las revisiones o seguimiento posteriores.
El precio es atractivo
Un tratamiento de implante capilar en Turquía puede costar entre un 25% y un 50% menos de lo que costaría en España y en otras naciones europeas. Eso representa un ahorro que en el peor de los casos podría ser de casi 5.000 euros, contando además que en todos esos casos, las clínicas de Turquía ofrecen servicios adicionales, además de los llamados ‘paquetes’ que se definían ya dentro del turismo de salud. La valoración es gratuita, el seguimiento posterior también lo es, y la calidad es prácticamente la misma o incluso superior, por ser Turquía uno de los países más avanzados en las técnicas de injerto capilar.
La diferencia de valor entre el euro y la lira turca, y la competitividad entre casi 400 clínicas existentes sólo en Estambul, la capital, permiten que los precios no tengan comparación con el resto del mundo y acaparen toda la atención de, según fuentes gubernamentales, casi 800.000 personas por año.
El país más avanzado en implantes capilares
La innovación y los costes plantean una hegemonía de competitividad en Turquía. Y es que por sus características y por su relevancia dentro del sector, en Turquía se encuentran:
- Las mejores clínicas para practicar injertos capilares, con espacios seguros y desarrollados para tal fin.
- Profesionales de alto valor, algunos incluso, desarrolladores de técnicas innovadoras que aseguran más eficacia en cada tratamiento.
- Clínicas que sólo utilizan las técnicas más innovadoras, como la técnica FUE, porque ofrecen mejores resultados, mejor coste y recuperaciones más rápidas a sus clientes.
- Profesionales que realizan un seguimiento absoluto de los resultados del paciente y se mantienen en contacto durante meses, para asegurar que no existe ningún problema y que la evolución es la deseada.
Esas características lo han convertido en un lugar importante para quienes buscan, de una vez por todas, eliminar el problema de la calvicie o la alopecia. Más allá de las razones económicas, que siempre son importantes, la calidad y la cercanía de los servicios proporcionados por las clínicas de Turquía en relación con el injerto capilar, le dan la razón y justifican la popularidad que hoy en día tienen.